Las mujeres sin rostro.

 

El anonimato.

De forma muy bruta, se extirpa el rostro de mujeres que posan. Es forma bruta - es brutal.

Igual que el recuerdo de mi infancia, en el que los indios arrancaban la cabellera de sus víctimas para conventirlas en trofeo, en pasion.com, el rostro se extirpa.

El cuerpo puede estar torcido, torsionado, torturado por photoshop, por la necesidad de mostrar, por... Pero, sobre todo, el rostro ha sido arrebatado.

Para que esa mujer pueda haber sido cualquiera. Para que esa mujer, no tenga un nombre sino un alias. No tenga tatuajes ni marcas, sino mancha borrosas.

Me pregunto quién ha recortado esa cara. Quién la convierte en cualquiera.

Yo conocí a Virginia. Después supe que tenía apellido: VIP. Después, fue Marta Araus. Ya el primer día, me habló de su familia, de a quién cuidaba, de por quién trabajaba. Yo no sentí nada. Creo que ese es otro tabú, otro elemento recortado. A veces, no he sentido nada. Y no he dicho nada, porque estaba bien, agusto. Ella utilizó tal cantidad de lubricante, que mi pene no sintió nada. Por supuesto, no me corrí. Y ella estaba obligada, se sentía obligada a eso que llaman "un buen servicio". Saltaba y saltaba sobre mí. Pero era como si lo hiciera una nube. Nada. Y fingía. Y fingía para mí. Yo no merezco tanto esfuerzo. Mis 200€ no merecían tanto.

Le hablé de mi separación. De que podía recordar el día en que me fui de casa de mi mujer, y tampoco sentía nada.

Hay cosas vacías.

No voy a decir que las cosas vacías estén llenas de un significado especial. No. Lo vacío, queda vacío.

La próxima vez que la visité, le compré algo para alguien de quien me habló. No para ella.

Estábamos, siempre, en mitad de la nada.

Pagar para nada.

Supongo que es inexplicable que haya permanecido ligado a ella desde entonces de esta otra manera.

Gracias a todas las putas que he conocido. También a ella.